A medida que las organizaciones compiten por atraer a los mejores talentos y formar equipos de alto rendimiento, un aspecto está cobrando cada vez más relevancia: el apoyo a la salud mental incluido en los seguros de salud grupales.
Durante décadas, la salud mental en el entorno laboral fue un tema secundario. Hoy, finalmente empieza a ocupar el lugar que merece como una herramienta esencial para evaluar, comprometer y retener al talento. En especial para aquellas empresas que enfrentan altos niveles de rotación o agotamiento, una de las formas más tangibles de cuidar el bienestar de sus equipos es ofrecer seguros que incluyan servicios significativos de salud mental. Además de fomentar una cultura organizacional más empática, esto tiene un impacto directo en la productividad, la estabilidad y la permanencia del personal.
Aunque se habla cada vez más de salud mental, aún falta dar el salto de la conciencia a la acción. Integrar este tipo de apoyo en los seguros grupales reduce las barreras de acceso, normaliza pedir ayuda y fortalece la relación entre empleador y colaborador.
Salud mental y retención: una nueva ecuación
La famosa pirámide de Maslow, que aparece en casi todos los libros de administración, establece una jerarquía de necesidades humanas: desde la seguridad básica hasta la autorrealización. Durante mucho tiempo, factores como el salario o la estabilidad laboral eran determinantes para que una persona permaneciera en una empresa. Sin embargo, hoy en día, el sentido de valor y el apoyo integral —especialmente en un mundo postpandemia marcado por el estrés— pesan tanto o más que la compensación económica.
Contar con acceso a servicios de salud mental de calidad a través de seguros patrocinados por la empresa puede convertirse en una ventaja competitiva. Demuestra un compromiso genuino con el bienestar del equipo. Según un informe de Deloitte India, la mala salud mental le cuesta a las empresas más de 14 mil millones de dólares al año en ausencias, baja productividad y rotación. Incluir esta cobertura en los seguros grupales elimina barreras comunes como el estigma, el costo y la falta de acceso, que impiden que muchos empleados pidan ayuda.
En sectores de rápido crecimiento como tecnología, finanzas o servicios profesionales, donde la rotación de personal es un desafío constante, incluso una pequeña mejora en la retención gracias al apoyo a la salud mental puede significar un gran ahorro. Además, al hacerlo desde los seguros, se garantiza consistencia y alcance.
Retos estructurales para su implementación
Pese a sus beneficios, incluir cobertura de salud mental completa no es sencillo. Muchos planes tradicionales se enfocan únicamente en hospitalizaciones, dejando fuera servicios ambulatorios, que son donde mayormente ocurre la atención psicológica.
También hay incertidumbre en el uso: a las empresas les cuesta anticipar cuántas personas utilizarán el beneficio, lo que complica su planificación financiera. A esto se suman las diferencias culturales, geográficas y generacionales, que requieren enfoques distintos dentro de una misma organización.
Los Programas de Asistencia al Empleado (EAP), comúnmente incluidos en los planes grupales, a menudo son subutilizados o demasiado limitados. Pueden ofrecer pocas sesiones o tener una red reducida de profesionales, lo que impide atender las necesidades reales y prolongadas de salud mental. Además, medir el impacto sigue siendo un reto, ya que los beneficios no siempre son inmediatos ni fácilmente cuantificables.
Un nuevo camino: planes pensados para las personas
Frente a estos retos, las empresas deben diseñar beneficios centrados en las verdaderas necesidades de sus colaboradores. Más allá de cumplir con normativas o incluir programas simbólicos, es necesario tomar decisiones basadas en datos reales de uso, opiniones del equipo y expectativas cambiantes.
También hay que evitar las soluciones genéricas. Las experiencias de salud mental varían mucho, y el apoyo debe adaptarse a esa diversidad. La clave está en ofrecer opciones flexibles, confidenciales y personalizadas.
Afortunadamente, los seguros grupales están evolucionando. Cada vez más empresas se alían con plataformas especializadas que brindan desde terapia y asesoramiento hasta mindfulness y atención en crisis. Algunos empleadores ya negocian sesiones ilimitadas, integran la terapia en los chequeos anuales o incluyen líneas de apoyo 24/7 con personal capacitado. En ciertos casos, se exploran esquemas de copago para equilibrar costos y accesibilidad.
Con el respaldo de una estructura a gran escala, los empleadores pueden negociar mejores condiciones y funciones de valor agregado. Esto no solo tiene un impacto financiero positivo, sino también cultural: cuando el apoyo está al alcance, más personas lo usan. Así, el bienestar mental se convierte en parte integral del ADN organizacional.
