En España, casi cuatro de cada diez empleos están ocupados por personas mayores de 50 años. Sin embargo, a pesar de esta presencia significativa, este grupo continúa enfrentando la tasa de desempleo más alta del país.
Según la patronal de Agencias de Empleo y Empresas de Trabajo Temporal (ASEMPLEO), los mayores de 50 años son los responsables del aumento más notable de la población activa en España durante los últimos 20 años, pasando de 4 millones a más de 8,7 millones de personas en 2025. Este crecimiento refleja tanto el envejecimiento de la población como la necesidad de integrar a este colectivo en el mercado laboral mediante políticas efectivas y estrategias de contratación inclusivas.
Mientras la actividad laboral en jóvenes menores de 25 años ha disminuido un 27,3% y en la franja de 25 a 50 años ha caído un 2,2%, los seniors han mantenido un dinamismo que ha sostenido el crecimiento de la fuerza laboral en el país.
El presidente de ASEMPLEO, Andreu Cruañas, destaca que “el mercado laboral español ha cambiado profundamente. La población activa senior no solo representa un fenómeno demográfico, sino que se ha convertido en el motor principal del crecimiento del empleo en las últimas dos décadas. Es fundamental reconocer y aprovechar este valioso activo”.
La paradoja del mercado laboral para los mayores de 50 años
A pesar del crecimiento del empleo senior, el mercado laboral aún no logra absorber a todos los mayores de 50 años que buscan trabajar. Mientras el desempleo juvenil ha disminuido y el de la franja de 25 a 50 años se mantiene estable, los desempleados mayores de 50 años se han duplicado desde 2005.
Actualmente, el 57% del crecimiento del empleo senior corresponde a mujeres, evidenciando una doble tendencia: el envejecimiento y la feminización de la fuerza laboral. Sin embargo, el ‘edadismo’ y la escasez de vacantes (históricamente por debajo del 1%) limitan drásticamente las oportunidades de recolocación para estos profesionales. Esto resulta especialmente crítico para las mujeres mayores de 50 años, quienes enfrentan discriminación y dificultades que afectan tanto su empleo actual como sus futuras pensiones.
Oportunidades para las organizaciones que aprovechen este talento
La experiencia, la estabilidad y el compromiso que aportan los profesionales mayores de 50 años representan un activo estratégico para cualquier organización. Para aprovecharlo, es esencial promover la formación continua adaptada, incentivos a la contratación, orientación laboral especializada y modelos de trabajo flexibles que respondan a las necesidades de este grupo creciente.
En una plataforma todo-en-uno orientada al crecimiento organizacional, integrar a los profesionales seniors no solo ayuda a cubrir vacantes críticas, sino que también fortalece la diversidad, la experiencia y la competitividad de la empresa. El momento de apostar por el talento mayor de 50 años es ahora: reconocerlo y facilitar su incorporación al mercado laboral es clave para el desarrollo sostenible de cualquier organización.
