El mercado laboral actual en España atraviesa una transformación sin precedentes. Hoy conviven activamente cuatro generaciones con distintas prioridades, expectativas y formas de entender lo que significa un buen empleo. Esta diversidad generacional está revelando una realidad clara: el bienestar emocional, las oportunidades de desarrollo y una propuesta de valor sólida son tan importantes como el salario.
Según el informe “Perspectivas Laborales Intergeneracionales” de Gi Group Holding, junto con BBVA y Vitaance, el 32% de los españoles, especialmente los jóvenes entre 18 y 24 años, busca empleos donde puedan aprender y mejorar sus habilidades a largo plazo. A la par, casi la mitad teme que la inteligencia artificial pueda reemplazar sus puestos de trabajo, y el 16,5% no se siente preparado para enfrentar los cambios laborales actuales.
Lo que valoran los empleados
Al momento de aceptar un empleo, la mayoría prioriza el salario competitivo, la estabilidad y un buen ambiente laboral. Sin embargo, aspectos como la flexibilidad horaria (59,2%), las oportunidades de crecimiento profesional (44,5%) y el teletrabajo (26,9%) están cobrando más relevancia, especialmente entre los jóvenes. Por ejemplo, la generación Z valora más la flexibilidad (64,2%) que la posibilidad de trabajar desde casa (21,7%).
El deseo de aprender y crecer es más fuerte en los jóvenes, mientras que a partir de los 45 años esta necesidad disminuye. Aun así, el 36% de todos los encuestados cree que el ambiente laboral y las oportunidades de desarrollo son tan importantes como la estabilidad.
Fuga de talento: el desafío constante
El 37% de los españoles ha considerado emigrar por motivos laborales, una cifra que aumenta en los grupos de entre 25 y 44 años. Las razones más comunes son: mejores salarios (60,9%), una mayor calidad de vida (47,8%) y la posibilidad de vivir nuevas experiencias (38,3%).
¿Qué puede frenar esta fuga de talento? Según los encuestados, sería clave ofrecer salarios competitivos, más estabilidad, apoyo al emprendimiento, conciliación familiar, y oportunidades reales de desarrollo profesional.
El valor del salario emocional
El salario emocional, que incluye aspectos como la conciliación, la flexibilidad horaria y los días adicionales libres, es cada vez más importante. De hecho, 4 de cada 10 trabajadores lo consideran incluso más relevante que el salario económico. Esta percepción es más común en los menores de 34 años, aunque a partir de los 45 el sueldo vuelve a ser la principal prioridad.
Un dato revelador: el 37% de los españoles ha rechazado una oferta laboral por no incluir beneficios más allá del sueldo, una cifra que supera el 50% en el grupo de 25 a 34 años.
Satisfacción y fidelización
Ocho de cada diez españoles se sienten satisfechos con su trabajo. La satisfacción es mayor entre los jóvenes y los hombres. Sin embargo, para que los empleados permanezcan en una empresa, señalan que son necesarios aumentos salariales, mejor equilibrio entre vida personal y profesional, y mayor flexibilidad.
Las empresas que ya ofrecen beneficios como formación, días libres adicionales y salarios competitivos parecen ir por buen camino. Pero aún hay mucho por hacer.
Mirando al futuro
El futuro laboral se percibe con incertidumbre: uno de cada cuatro trabajadores cree que habrá menos empleo y con peores condiciones. Casi la mitad cree que la IA reemplazará muchos puestos, y más del 16% se siente poco preparado. Mientras tanto, los jóvenes confían más en su formación para adaptarse a estos cambios, a diferencia de los trabajadores mayores.
¿Qué papel juegan las instituciones?
El estudio también muestra que la colaboración entre empresas y administraciones públicas aún es insuficiente. Los profesionales reclaman más programas para mayores de 45 años, apoyo a la conciliación, alianzas con universidades y medidas para reducir la desigualdad.
